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  • Foto del escritorManu Tiznado

Todos tendemos a sobrevalorar la música que amamos

Y no está mal: nuestro criterio defenderá nuestras creencias a toda costa

 

Oh si, que quede claro esto desde el principio para que todos estemos en sintonía:


Nuestros artistas favoritos no son los mejores: nuestra percepción sobre ellos nos hace creer que lo son.


Estoy seguro de que tal afirmación es incómoda de aceptar, sin embargo, está bien sentirse de esa forma, pero antes de que te sientas un poco molesto (o inclusive atacado) te pido, amigo mío, que te permitas terminar de leer esta breve reflexión y posteriormente ejerzas tu derecho a poder justificar tu postura, ya que todas las opiniones son bienvenidas.


 

Quiero que realices un pequeño ejercicio:


Piensa en un artista o banda que consideres dentro de tus favoritos.


¿Listo? Vale.


Ahora reflexiona lo siguiente: ¿Qué es lo que te hace considerarlo tu favorito?


¿Lo tienes? Perfecto.


Finalmente quiero que esa respuesta que pensaste ya sea “Por su gran voz”, “Por lo que dice”, “Por cómo compone”, “Por como produce”, por lo que sea, la dejes ahí y te invito a encontrar una comunidad de fanáticos que sea completamente objetiva en cuanto el trabajo que realizan sus artistas o bandas favoritas, así como lo fuiste tu.


¿Cómo? ¿Por qué sonríes? ¿Acaso comenzaste a dudar de tu respuesta?


No te sientas mal, a todos nos pasó.



Este cuestionamiento me lo realizó un seguidor hace un par de semanas y realmente me pareció demasiado interesante, ya que él aseguraba que la sobrevaloración es algo que eventualmente llega a la carrera de los artistas independientemente de la etapa en que se encuentre. Por ejemplo, si tienes una banda o alguien que pertenezca a una, no me negarás que llegaste a escuchar el comentario de alguien diciendo:


“¡Es la próxima gran revelación de la música!”

Cuando todavía se encuentran etapas muy tempranas y realizar dicha afirmación resulta en una declaración prematura. Sin embargo, esto no está mal, ya que gran parte del éxito futuro de esa agrupación dependerá, en gran medida, de esos seguidores.


No existen los “mejores” ni los “peores”, te sorprenderá que siempre habrá alguien el cual apoye aquello que simplemente no comprendas el motivo de respaldar, pero ese es el hermoso encanto detrás de la subjetividad, pero ese es otro tema.


Algo que debemos tener muy presentes es que resulta sumamente común que adoptemos una valoración a todo aquello que amamos, pero que en muchas ocasiones solemos llevarlo hacia una sobreestimación, llegando incluso a darle un valor superior de lo que nos gustaría aceptar que les estamos otorgando.


Por ejemplo, en lo personal, defiendo la idea de que el hip hop sea el género más importante del actual milenio, sin embargo, estoy consciente que esto se ve completamente influido sobre la valoración que le he dado, la cual puede resultar no ser en lo absoluto lógica para una gran cantidad de personas.


Pero ¿esto quiere decir que estoy mal? No, ¿entonces ellos están mal? No, tampoco.



Últimamente, el término de “sobrevaloración” ha tomado un significado un tanto despectivo, cuando realmente no debería ser percibido de esa forma. Cada vez es más común escuchar que se señale de esa forma a los artistas y bandas más populares con la finalidad de querer resaltar que existen otras propuestas “mejores”, según quien realice la crítica.


Hagamos nuevamente un ejercicio:


Supongamos que eres objetivo y aceptaste el comentario crítico de alguien: Te das el tiempo de escuchar la sugerencia de esa persona, pero resulta que no coincides con esa postura, así que tú le haces saber tu punto de vista al individuo y esta simplemente te responde con:


“Es que no sabes apreciar la verdadera música”

¿En serio? ¿No sé de música simplemente porque no coincido con tus gustos? Amigo mío, te presento el ejemplo práctico del contexto alrededor de la sobrevaloración musical.


Quiero dejar claro que no está mal considerar una propuesta en específico como la “mejor”, sin embargo, lo que, si está mal, es dejar que la valoración que le estamos dando llegue a cegar nuestra apertura a las diversas opiniones, sencillamente, porque estamos cayendo en el cliché detrás de la sobrevaloración que tanto odiamos y que todos eventualmente caemos.


La sobrevaloración va completamente relacionada a la estima que cada persona le otorga a algo o alguien, pero de manera que nos olvidamos de la parte crítica y objetiva detrás de ella.


Pero ¿sabes por qué sucede esto? Muy sencillo: es imposible ser lógico con las emociones y sentimientos.


Este punto no es exclusivo de la música, prácticamente está presente en todo lo que nos alude a nuestro sentir, es por ello por lo que hemos tomado una postura defensiva inmediata cuando alguien va en contra de nuestro pensar, sin embargo, te invito a que puedas trabajar en ello. Lo sé, es muy complicado, pero créeme que así lograremos que exista un mayor respeto a la apertura musical y a la diversidad de preferencias.



Así que la próxima vez que consideres utilizar el término de “sobrevaloración” quiero que recuerdes esta gran frase que me hizo el mismo seguidor que me cuestionó:


“Todos sobrevaloramos a nuestros artistas o grupos favoritos.”

(Simplemente respetemos por un bien común 😉)


(Dato curioso: si buscas en Google “Overrated artists” te da como resultado Ariana Grande, hahaha, ¿Ven a lo que me refiero? ¡Respetemos gustos!)

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